La escuela del Maestro Flores (I): El centro escolar

domingo, 17 de febrero de 2008

Aunque vamos a centrarnos en una de las escuelas más conocidas del barrio, la del Maestro Flores (que dio nombre a la calle de San Agatángelo durante la Segunda República), sería conveniente arrojar algunos datos sobre las cuatro primeras escuelas del recién creado barrio de Benalúa en los albores del siglo XX, pues Benalúa contaba con tres escuelitas para niños y una para niñas.
  • La escuela para niños del Maestro Polo (no creo que tenga, salvo coincidencia en el segundo apellido, nada que ver con el contratista y dueño del teatro), situada en la calle Alberola.

  • La escuela de D. Dionisio, también para niños, en la calle Dr. Just.

  • Escuela del Maestro Flores (maestro y propietario del inmueble), en la Plaza de Navarro Rodrigo, acera oeste, en una planta baja.

  • Encima de esta escuela de niños, en la misma casa, se encontraba la escuela de niñas de Doña Carmen Albert.
La escuela del Maestro Flores estaba ubicada en una planta baja idéntica a todos los bajos del barrio, construidos para cocheras, tiendas o industrias y no para viviendas: una puerta cochera de dos hojas; para proteger a los alumnos del frío en el invierno y de las miradas indiscretas desde la calle en todo tiempo, el local disponía a su entrada de una mampara de madera y cristales, pintados éstos de blanco, para evitar su transparencia, con una puerta pequeña a la derecha, que servía de acceso al local estudiantil.

El maestro Francisco Flores Castillo. Imagen del libro Añoranzas y recuerdos benaluenses


La sala de la escuela ocupaba todo el espacio vital del edificio, pues no había tabiques de ninguna clase que fraccionara aquel salón. Al fondo, existía una puerta que daba acceso al patio, y dos ventanas situadas a cada lado de esta puerta trasera. Los muros de la caja de la escalera del piso superior, mordían una parte de la superficie de la planta baja en su lado izquierdo y, al fondo, a donde no llegana esta deformación, había un entrante, donde estaban instalados, contra la pared, tres grandes escalones de madera formando una especie de gradas, donde se sentaban los párvulos y cantaban a coro las letras del abecedario, los números, los meses del año, o los días de la semana.

A Don Francisco Flores le ayudaba Don Wigberto Ruiz Pérez, profesor pasante que también vivía en Benalúa. Ambos aparecen en la fotografía con un grupo de alumnos.

El resto del salón, desde la puerta de entrada hasta la puerta que daba acceso al patio, estaba ocupado por bancos y pupitres de madera, donde se sentaban los alumnos. Al fondo, junto a la ventana de la derecha, una tarima o estrado de madera, y sobre ella, la mesa de Don Francisco, promontorio desde donde el maestro dominaba el salón y el rincón de los párvulos.

En última insancia, las paredes blancas estaban adornadas en sus partes más altas con unos letreros pintados en fucsina azul, con los nombres de Lope de Vega, Cervantes, o Quevedo, y en el resto de muros pendían mapas y pizarras negras. Los pupitres tenían unos agujeros en su parte derecha que servían para situar los tinteros de plomo, de quita y pon.

Al investigar sobre la historia de esta escuela, me pregunto cuántos alumnos saldrían de esas aulas, cuál sería su material escolar, qué llevaban en sus mochilas o cómo realizaban el dictado. No sé si se inflingían castigos corporales a los alumnos, o si éstos tendrían cancioncillas dedicadas al maestro Flores, pero sea éste mi pequeño homenaje a la difícil labor del primer docente del barrio. El "riguroso" maestro Flores se dedicó en cuerpo y alma a la enseñanza y yo, personalemente, le debía esta serie de artículos sobre el centro, las clases y su persona. No creo que haya alumnos del maestro Flores con vida hoy en día, pero seguiremos analizando más características e historias del lugar, sus maestros y sus alumnos.
Siempre nos queda la memoria, maestros.

Fuente:
ESTABLIER COSTA, Rafael, Añoranzas y recuerdos benaluenses.


Enviar este artículo por email Etiquetas: ,

7 comentarios:

Rubén Bodewig dijo...

la verdad es que es muy curioso leer sobre la historia de la enseñanza antes de que el estado tomara el control general e impulsara la educación pública normalizada para todos los niños combatiendo el analfabetismo.
¿Cuántos niños no tuvieron recursos para poder asistir a micro escuelitas como estas para recibir la educación más básica y general posible...?
Sin duda, estos primeros impulsores de la educación "no elitista" hicieron una labor encomiable.

Rubén Bodewig dijo...

Ernes, sabes qué alumno tuvo el Maestro Flores que ya despuntaba en su clase dibujando... y posteriormene fue un gran artista?
Empieza por G...
...
...
GASTÓN CASTELLÓ!!

Ernesto Martín Martínez dijo...

Todo encaja, amigo, son sólo 125 años y las piezas aparecen cuando menos te lo esperas.

Rubén Bodewig dijo...

Y también acudía su hermano, Ernesto Castelló, que luego fue pianista, y era amigo de K-Hito

Anónimo dijo...

Mi padre fue alumno del maestro Flores y fue cmpañero de Antonio Parres el relojero.
Como entonces no había vacaciones por Navidad le cantaban esta canción.
Don Francisco Flores haga usted el favor de cerrar la escuela hasta el dia dos

Anónimo dijo...

NACI EN EL BARRIO,UN 2 DE MARZO DE L933,EN LA CALLE MAESTRO FLORES,Nº9,y jugue y me crie cerca siempre de la placeta,con el futbol,como unico juego.EL TEMPLETE,sera recordado siempre como el simbolo de benalua, y crecimos a su sombra y fiestas de hogueras,con sus bailes y juegos,participando,con sus bellezas.QUE GRAN RECUERDO.un benaluense.L.

Ernesto Martín Martínez dijo...

Estimado migo anónimo, es un honor y una alegría recibir este tipo de mensajes. Espero que le guste esta web y pueda reencontrarse con muchos recuerdos y experiencias a través de los artículos que hemos confeccionado. Gracias por acercarse a barriodebenalua.es. Si quiere ponerse en contacto con nosotros para contarnos más recuerdos, estamos a su disposición. Un afectuoso saludo.

Escribir comentario con antiguo editor.
Volver arriba